Punto de vista. Para San Martín, las habilidades blandas aportan también en el camino hacia la transformación digital.
Punto de vista. Para San Martín, las habilidades blandas aportan también en el camino hacia la transformación digital.

Alba San Martín incursionó hace más de 20 años en la industria tecnológica. Su paso por compañías multinacionales como Compaq, Oracle, Microsoft y Cisco le han permitido ascender a posiciones de liderazgo. Hoy, la directora Latam Partner Organization en Cisco ahonda sobre la necesidad de contribuir a acortar la brecha de género y apostar por herramientas colaborativas para la gestión a distancia.

El capital humano en la industria tecnológica aún es ampliamente masculino, ¿cómo hoy es posible abrirse paso en altos cargos?
Sí, aún en la industria más o menos el 70% son hombres. Yo me siento afortunada de haber trabajado para multinacionales donde la diversidad de género forma parte de la cultura. Aquí, en Cisco, hemos duplicado en los últimos años el talento femenino y fijado una agenda de diversidad, da gusto observar los resultados porque además impacta en el clima.

¿Cómo definiría su estrategia de liderazgo?
Orientada a resultados. Me gusta desarrollar equipos, hacerlo de manera inclusiva, con capacidad de impacto, así como orientarme a la responsabilidad social.

¿Es cada vez más desafiante retener talento millennial en una industria tan competitiva?
Una cultura de innovación, inclusión, igualdad de género, flexibilidad y compromiso con impacto en la sociedad es muy valorada por los millennials, y para nosotros esa es una ventaja para retener ese talento.

¿Y cómo es el proceso de detectar ese talento en el mercado?
En general, hay una brecha de habilidades para tratar de conectar al mundo. Es decir, se necesitan individuos con capacidades desde conectividad hasta ciberseguridad, estamos convencidos de que esta transformación digital no solo se trata de la tecnología sino también del talento.

¿Es marcada la diferencia entre una jefatura local versus regional?
Liderar la agenda de tantos países implica tener una estructura y prioridades claras. Para eso es fundamental contar con distintos indicadores de gestión, reviews, una agenda programada de visitas y, claro está, equipos de alto desempeño.

¿Se es más minucioso?
Con la telepresencia puedo conversar con mis equipos estén donde estén, eso hace que la comunicación y el sentido de unidad pueda darse, eso se potencia con las herramientas de naturaleza colaborativa. Esto no solo facilita la gestión de equipos dispersos geográficamente, también el alineamiento, colaboración y productividad.

¿Cómo prefiere transcurrir esos momentos en que se desconecta de lo laboral?
Me gusta mucho la lectura, también me fascinan las caminatas por lugares históricos. No hace mucho estuve en Tambopata y el siguiente destino sería el Camino Inca.

¿Se consideraría workaholic?
(Ríe) Habría que preguntárselo a mi equipo. Creo que depende de las prioridades y del momento, uno tiene que balancear, hay jornadas que pueden ser muy intensas, tampoco puedes vivir con el tacómetro en rojo todo el tiempo.

¿Es parte del balance?
Sí, trato de tener ese espacio para mi familia, para el ejercicio y para manejar el estrés. Diría que con el tiempo uno ya sabe cuáles son esos botones a los cuales recurrir para llegar a ese balance.

¿Las herramientas tecnológicas facilitan ese equilibrio?
Claro porque puedo almorzar con mis hijos y tener en la tarde una conferencia camino al aeropuerto o una presentación desde el teléfono. Creo que uno puede ser altamente productivo en cualquier lugar, y aún así ganar horas para la familia.

¿Cómo se ve de aquí a unos cinco o diez años?
Creo que el siguiente paso es certificarme como coach. Y continuaré seguramente en el rubro de tecnología, esta es una compañía muy amplia así que no sabría en qué posición, pero sí en algo que continúe impactando en los beneficios de la transformación digital.

Programa. Ante la situación del talento en la industria, San Martín coincide en que las empresas ahora se inclinan por desplegar iniciativas propias: “en Cisco tenemos un programa porque sabemos que el desafío va a estar en crear ese talento capaz de resolver problemas globales. Hoy hay 300,000 estudiantes por año”.

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